Seguramente ustedes, queridos lectores, se preguntan qué tiene de especial la música en cada situación pero a su vez reconocen el poder de ésta en nuestras vidas y esos momentos que no pasan inadvertidos.
Por ejemplo lo delicioso que es escuchar ‘Dance’ mientras estás en una habitación con tu pareja y a medida que aumenta el beat se estimula el erotismo, unos cuantos minutos de buen sonido que te permiten tomar por la cintura a esa mujer que tienes en frente, empezar suavemente a besarla y acariciarla de acuerdo al ritmo.
A su vez ir quitando cada prenda con tal sutileza que te permite la música de fondo, comenzar por su blusa y seguir bailando, pasar por su espalda tus manos iniciando desde la cintura, justo en donde sobre salen esos dos sensuales huecos que se forman en su parte baja, para ir subiendo y cambiar repentinamente el sitio de estimulación de ella, jugar en un cortejo que hará posible que desees no terminase nunca la canción y poder tener su torso completamente desnudo y tus labios por cada rincón de su anatomía.
Al llegar al climax tomarla con fuerza sobre tu cuerpo y conseguir que ella abra sus piernas, y posen sobre vuestra cintura, mientras tus manos le sostienen con fuerza de sus nalgas… Tus labios siguen jugando con los suyos y pasan repentinamente sobre su cuello y senos al mismo tiempo que tu lengua se desliza gentilmente en su piel.
De momento la llevas hacia la pared, una fría estructura de concreto que tiene mística y despierta aún más pasiones sobre ella convirtiendo el momento en único, de nuevo baja la velocidad del track, la llevas a la cama y la recuestas con caballerosidad para convertirte en una fiera y tomar sus pantalones o falda y quitarlos con fuerza por esos 5 segundos de beat que te permiten hacerlo; acariciar sus piernas mientras tus labios y lengua se derriten en su tibia humanidad que cada vez se torna más hábida.
Al finalizar la canción sabrás que fueron los 5 minutos más intensos de la relación y lo mejor de todo, tendrás una escultura hecha carne sobre una cama en sábanas blancas como “Dios la trajo al mundo” y por si fuera poco te dejo una canción que funciona perfectamente con dicho propósito (Rather Be - Clean Bandit feat. Jess Glynne).
Lo demás lo dejo a tu imaginación querido lector(a).
Alexander Triana Yanquén
Comunicador Social - Periodista