Preguntas estúpidas, respuestas que te dejarán perplejo

¿Qué es el tiempo?

El tiempo es una variable de lo que decidimos y asumimos, no basta con un segundo para dejar de pensar en una persona, una situación o simplemente cada problema que se te presenta en el camino...

¿Qué es el amor?

La pregunta del millón, esa que ustedes cada día se formulan y sienten un vacío enorme, pero sorpresivamente aparece en frente una persona a quien decides conocer y entregar lo mejor de vos.

¿Qué es vivir?

Después de un pre infarto descubres que esto no es más que aprender que no todo en la vida es trabajo, que no importan las políticas estúpidas que nos quieren imponer en todo lugar, vivir radica en lo sencillo a pesar que te lastimen, en disfrutar cada instante como si fuera el último sabiendo que te puedes morir en cualquier momento.

¿Qué es entregarlo todo?

La respuesta es más difícil que el mismo interrogante, solo basta con mirar esa persona a los ojos y decirle lo mucho que te importa aunque no te crea porque siempre serás considerado un ‘payaso’, pero besarla y con ello afirmar tu posición que no es un juego y en verdad es importante.

Un pre infarto me enseñó a descubrir que tengo que dejar de lado mis temores y asumir la vida con nuevos retos en cada despertar, pero de qué sirve esta postura cuando te sientes solo a pesar de no estarlo.

Usted querido lector(a) podría estar en mi situación y tal vez sienta lastima, repulsión o fastidio por unas líneas que a su pensar no tienen razón, hoy quiero contradecirle y llevarle a mi lugar en el cual es imposible no sentirse desvalido, tratado como un desahuciado por muchos, menospreciado y sub valorado en muchas de estas interrogantes.

Mi gran error ha sido no permitirme vivir, y limitarme al trabajo por temor a enamorarme, a extender mi ser solo con el deseo de triunfar como profesional y querer exterminar lo bello del milagro de la vida al dormir tan solo entre 2 a 3 horas diarias, enrolarme de lleno en lo que hago y redactar con pasión para una revista alemana, española y argentina, al mismo tiempo que buscaba el desarrollo de mi empresa –una modesta agencia de comunicaciones- y miles de proyectos en la cabeza, adicional de mi labor como docente a la cual dedico mucha entrega, y por si fuera poco… malos hábitos alimenticios y un sedentarismo casi extremo.

No pretendo su compasión ni mucho menos, solo es una reflexión e invitación a gozar y asumir cada riesgo, a destruir esas barreras emocionales y no cometer los mismos errores que he cometido.

Hoy aparece el gran deseo de retomar la narración oral, de hacer teatro como en los viejos tiempos, de retumbar la casa con una fiesta increíble y disfrutar de bailar la buena música que tienen las orquestas de salsa, de volver a enamorarme y entregarlo todo por esa persona, pero acá quiero hacer una aclaración y es que primero debo aprender a quien entrego mi ser.

Deseo cada mañana abrir mis ojos y seguir sonriendo a pesar del cansancio y aunque mi lema siempre ha sido “Las ojeras están de moda”, siento que el cuidarme tanto a rendido frutos, a pesar que me ha costado aprender a descansar y hoy… ya con una mejor condición quiero seguir robando las sonrisas de quienes me rodean, esas personas que siempre han estado allí y albergar a los que lleguen con una buena vibra. Este soy yo…

Alexander Triana Yanquén

Comunicador social – Periodista